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Bruxismo es el término con el que se conoce el rechinamiento o apretamiento de dientes, un hábito que puede generar alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM), que es la que une la mandíbula con el cráneo.
La ATM es la articulación que relaciona la mandíbula con el cráneo, permitiendo la apertura y cierre de la boca. Es una de las articulaciones más utilizadas del cuerpo. Hacemos también uso de ella para hablar, masticar, tragar, bostezar, gesticular, etc.
La patología de la ATM se llama Síndrome de disfunción temporomandibular o masticatoria. Cada vez es más frecuente y se estima que puede afectar a un 80% de la población en mayor o menor grado, dándose más en mujeres que en hombres.
Uno de los motivos principales de aparición de patología en la articulación suele ser el Bruxismo o apretamiento de dientes involuntario, que por si sólo o sumado a otros factores hacen que empiece a causar molestias, dolores o problemas en la articulación y anatomía adyacente.
Bruxismo, ATM y Oclusión.
El síntoma por el que los pacientes suelen acudir a la consulta es por presencia de dolor agudo que puede afectar a la articulación temporomandibular o los músculos de la masticación irradiándose hacia la cara, oído, cabeza y cuello.
El bruxismo es el apretamiento involuntario de los dientes. Es la actividad nociva más frecuente en el sistema masticatorio, está muy arraigado entre nuestra sociedad y generalmente está relacionado con situaciones de estrés, ansiedad, nerviosismo, etc.
Se suele manifestar más durante el sueño, lo cual impide generalmente que seamos conscientes de ello.
Los dientes están diseñados para cortar (incisivos y caninos) y para masticar (premolares y molares). El bruxismo es el contacto fuerte y prolongado de las superficies de los dientes (los cuales no están preparados para ello).
Generalmente los pacientes refieren sobrecarga muscular (tanto a nivel bucal como de la región cervical o la espalda) y desgaste dental acentuado que atribuyen al apretamiento o rechinamiento de los dientes y no mejora tan sólo con fisioterapia ni con tratamiento farmacológico.
Cuando los dientes no están colocados en una posición correcta, la arcada superior no encaja adecuadamente con la inferior, lo que obliga a desviar la mandíbula para lograr un mejor ajuste entre las dos arcadas, forzando por tanto las articulaciones.
Tanto para la disfunción temporomandibular como para el bruxismo (que están íntimamente ligadas), los síntomas suelen ser los mismos.
Es por ello que la férula de descarga sirve para prevenir las consecuencias que el bruxismo tiene sobre los dientes.
Por lo general, se suele recomendar el uso de una férula fabricada a medida, que se utilizaría durante la fase nocturna e impediría el desgaste dental, aliviando, además, los dolores que provoca esta patología.
Además, en la clínica del Dr. Hernán contamos con una unidad de medicina estética dirigida por el Dr. José Ángel Molina Molero, en la cual combinamos la terapia de férula de descarga con el tratamiento de miomoduladores en los músculos maseteros, para tratar también el problema de apretamiento de día.
Existen 2 tipos de bruxismo:
Más del 50% de los dolores de cabeza tienen esta etiología.
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