Entre los tratamientos de estética dental más demandados por nuestros pacientes se encuentra el blanqueamiento dental: un tratamiento sencillo con el que se consigue una sonrisa más aparente y se mejora el aspecto del rostro.
¿Cual es el objetivo del blanqueamiento dental?
El objetivo de un blanqueamiento dental es aclarar el tono de los dientes para mejorar así el atractivo de nuestra boca con un aspecto más saludable. Para ello es necesaria la valoración previa de un odontólogo que descarte la existencia de otras patologías o condiciones que pudieran contraindicar este tratamiento.
Así mismo, será el profesional el que nos indique la técnica de blanqueamiento que mejor se ajusta a nuestras expectativas y nuestro caso en concreto.
¿Qué técnicas de blanqueamiento dental existen?
Entre las técnicas de blanqueamiento debemos diferenciar entre aquellas orientadas a blanquear dientes vitales o dientes no vitales. Las primeras aclaran el tono de dientes que no hayan sufrido una necrosis o necesitarán previamente un tratamiento de conductos; mientras que las segundas van encaminadas a resolver los cambios de coloración secundarias a estos procesos.
Otra posible clasificación sería en función de la composición del producto de blanqueamiento; así, podemos optar por:
- Peróxido de carbamida
- Peróxido de hidrógeno
- Perborato sódico
Y a la vez, estos pueden ser utilizados en diferentes concentraciones:
– Peróxido de carbamida: Generalmente se presentan en concentraciones del 10 al 22% para la técnica en el hogar y ante dientes vitales. La concentración del 35% se utiliza en el blanqueamiento en consulta, tanto para diente vitales como para diente no vitales.
– Peróxido de hidrógeno: Éste, en concentraciones de 1,5-9%, son las ideales para dientes vitales con técnica de blanqueamiento en casa, y en concentraciones del 35 al 40% para dientes vitales y no vitales cuando se realiza en el gabinete dental.
– Perborato de sodio: Se presenta en polvo que se descompone en metaborato de sodio, peróxido de hidrógeno y oxígeno al contacto con agua. Normalmente se utiliza en asociación con peróxido de hidrógeno para blanqueamiento en dientes no vitales.
¿Cuáles son las técnicas empleadas en el blanqueamiento dental?
Respecto a las técnicas podemos diferenciar entre:
– Blanqueamiento ambulatorio (en casa) con cubeta/férula individual: Esta técnica se basa en el uso de una cubeta plástica transparente preformada e individualizada para cada paciente, lo que posibilita la aplicación del gel blanqueador por el propio paciente en su casa, siempre bajo las instrucciones, recomendaciones y precauciones del profesional. El agente blanqueador que se suele utilizar es el peróxido de carbamida en concentraciones del 10-17%. Éste se utiliza frecuentemente para el blanqueamiento de dientes vitales, pero también puede ser indicado para dientes no vitales.
– Blanqueamiento en consulta (clínica dental) Para el desarrollo de esta técnica, el material ideal utilizado será el peróxido de hidrógeno al 40%. Al realizarse en el gabinete, exige más tiempo de atención clínica, lo que eleva el coste, pero reduce riesgos en lo referido a la técnica del paciente. Preferentemente cuando el paciente desea reducir el tiempo de tratamiento. Para estos pacientes puede estar indicado el blanqueamiento simultáneo de la arcada superior e inferior, y tanto para dientes vitales como no vitales, aunque siempre hemos de individualizar cada caso.
– Blanqueamiento mixto: Asociación del blanqueamiento en casa y en la consulta Las técnica, concentración y material necesario será alguno de los descritos anteriormente. Es ésta una técnica interesante en los casos más resistentes al blanqueamiento, aunque es especialmente utilizado en casos de deseo de abreviar súbitamente el tiempo de tratamiento.
Además de esto es importante que sepas que:
Un blanqueamiento dental realizado por un odontólogo y bajo sus indicaciones/recomendaciones no daña el esmalte de tus dientes. Diversos estudios demuestran que no hacen los dientes más frágiles ni comprometen su integridad siempre y cuando el tratamiento se haga bajo la supervisión de un odontólogo; lo que no ocurre en el caso de los tratamientos realizados de forma casera.
Es preciso contar con una boca sana para poder realizar un blanqueamiento dental: ausente de sarro e inflamación/sangrado gingival.
Cierta hipersensibilidad puede considerarse normal tras la aplicación del gel de blanqueamiento; si bien, esta se suele manejar con pastas dentífricas, colutorios o geles destinados para tal fin, y suele desaparecer a los pocos días.
Los resultados no son permanentes, ya que la duración del tratamiento dependerá en gran medida de los hábitos del paciente (se debe evitar tomar sustancias que puedan dar color a los dientes -por ejemplo: vino, café, té, tabaco…)
En caso de tener cualquier duda, debe ser un odontólogo quién te asesore para poder orientar mejor tu tratamiento de blanqueamiento dental.
La salud de tu boca debe estar en manos de profesionales.